Autor: Yuuto
Titulo: Desire
Pareja/Personajes: Marumir x Kevin [KeMaru; BumVin]
Genero: Yaoi
Notas: De mi para mi, como siempre. =] Obvio, tambien para Fish que tambien le hacia falta con pasion uno. T_T
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Y sabes que todo esto es un simple juego. Cuando toco su suave piel a veces me arrepiento de las veces en que la dañe, en las veces que te destrocé y en la vez que te dije que lo nuestro sería simple satisfacción, algo con que saciar nuestro deseo de algo más que solo un agarrón de manos. Pero cuando te escucho gemir mi nombre, encorvar tu espalda, el sentir tus uñas clavarse en mi espalda baja, retiro todos esos pensamientos de persona con dignidad y me convierto en el ser frío que siempre he sido, que no necesita de amor sabiendo que tendrá a alguien bajo su cuerpo cualquier noche que necesite.
Porque siempre estás para mí, siempre estarás para mí cuando necesite un cuerpo en el cual alojarme.
Tomas mi nuca y jalas mi cabello, aprecio tu rostro y sonrió por ese gemido ahogado entre tus dientes apretados. ¿Acaso acabo de encontrar ese punto donde siempre te hago gritar? Tu jadeo me lo comprueba, tus manos apretando mis brazos me hacen dar con la respuesta.
Eres mío, Kevin Woo. Desde que te vi supe que serías mío, y veo que no me equivoqué.
Me vuelven loco tus labios rojizos, tus caderas moviéndose, tu piel pálida desnuda brillante por la luz de la luna. Y desvarío, porque simplemente tus gritos en estado de clímax mientras me muevo fuera y dentro de ti me llenan de orgullo. El saber que nadie más te ha poseído, el saber que solo yo soy tu dueño.
Vuelvo a sonreír mientras la cama cruje y tú te aferras a la almohada como si fuese tu única salvación.
Así es como te gusta que lo haga, ¿verdad? Lo sé. Aprendí a leer tu rostro después de la tercera noche, lo que te gustara que hiciera a la quinta y tus puntos sensibles a la octava. Se qué debo hacer para escuchar mi nombre entre gritos y gemidos, donde tocar para que tiembles de placer, cuando arremeter dentro de ti rápido o lento para agotar tu paciencia.
Aprietas mi miembro, cosa que me hace gemir y morder mi labio inferior para no gritar tu nombre. Demonios, ya sabes como hacer que disfrute de estos pequeños instantes donde tenemos sexo. Porque todo esto es simple sexo, no esas cursilerías que la gente llama ‘hacer el amor’.
Muerdes mi cuello y arañas mi espalda, la humedad en nuestros estómagos me hace saber que has llegado al límite. Agarro tus nalgas fuertemente y arremeto con las pocas fuerzas que aún me quedan. Necesito marcarte, saber que una vez más serás mío…
… y ya lo eres.
Tu cuerpo cae lacio, inconsciente después de haberlo gastado de más. Yo simplemente me levanto y me visto, sonriendo al ver que durmiendo eres muy diferente a cuando estas conmigo en la cama haciéndote el ‘salvaje’. Nunca me había percatado de lo bien que luce tu cuerpo, de la extremada palidez en tu piel y, sobre todo, llaman mi atención los fluidos que se camuflajean con ella.
Eres demasiado perfecto, y eres mío.
Y de nuevo lo serás mañana, porque vendré a la misma hora a desnudarte y a poseerte, a tocar tu cuerpo y a embriagarme del elixir de tus labios.
A volver a sentirnos, porque esto nunca acabará, no hasta que yo lo decida. O hasta que yo muera, entonces serás libre.
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